¿Sabías que en Villajoyosa se encuentra una de las fábricas de chocolate más antiguas del mundo?
El chocolate de Villajoyosa es famoso y delicioso, y se produce en la localidad de Villajoyosa, ubicada en la provincia de Alicante, España. Esta localidad es conocida por su tradición en la fabricación de chocolate que se remonta a más de 200 años.
El chocolate de Villajoyosa se destaca por su alta calidad y su excepcional sabor. Se elabora utilizando métodos artesanales y recetas tradicionales que se han transmitido de generación en generación. Los chocolateros de Villajoyosa cuidan cada detalle del proceso de fabricación, seleccionando cuidadosamente los mejores ingredientes y utilizando técnicas especializadas para lograr un producto final de excelencia.
Una de las características distintivas del chocolate de Villajoyosa es su textura suave y cremosa, que se logra mediante la combinación de cacao de calidad, azúcar y otros ingredientes naturales. Además, el chocolate se presenta en diferentes variedades y sabores, desde el clásico chocolate con leche hasta el intenso chocolate negro, y también se pueden encontrar variantes con frutos secos o rellenos.
La tradición chocolatera de Villajoyosa se remonta al siglo XIX, cuando se establecieron las primeras fábricas de chocolate en la zona. Desde entonces, el chocolate de Villajoyosa ha ganado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional, siendo apreciado por su calidad y sabor único.
En la actualidad, Villajoyosa cuenta con varias fábricas de chocolate que continúan produciendo este delicioso producto. Además, la localidad organiza eventos y festivales relacionados con el chocolate, donde los visitantes pueden disfrutar de degustaciones, demostraciones de elaboración y aprender más sobre la historia y la tradición chocolatera de la zona.
Si tienes la oportunidad de probar el chocolate de Villajoyosa, te recomiendo que lo hagas. Su exquisito sabor y su rica historia te cautivarán, convirtiéndolo en un verdadero placer para los amantes del chocolate.
Tradición chocolatera
En 1793, la firma Chocolates Marcos Tonda comenzó su actividad, convirtiéndose en una de las fábricas de chocolate más antiguas de Villajoyosa. Durante los primeros años, la fabricación de chocolate era una actividad secundaria, ya que la principal fuente de ingresos de la localidad era la industria del hilo, fundamental para la pesca, y la agricultura. Sin embargo, las técnicas de elaboración del cacao, semilla que más tarde se convertiría en una actividad muy rentable, ya estaban sembradas. El arduo trabajo del «xocolater», que se realizaba de manera manual, incluyendo la molienda del cacao, se extendió por el pueblo como una actividad familiar. El cacao utilizado se importaba desde Guinea Ecuatorial, todavía colonia española, y Ecuador, llegando al importante puerto de Villajoyosa.
En el siglo XIX, la fabricación de chocolate era una labor exigente que requería un esfuerzo físico considerable. El cacao se trituraba con un rodillo de piedra sobre otra piedra cóncava, produciendo un caldo espeso que se calentaba con un hornillo y se depositaba en un recipiente rectangular conocido como artesa. Posteriormente, se refinaba nuevamente y se le añadían los ingredientes deseados por cada chocolatero para darle su toque personal, como azúcar, harina, canela o vainilla. El producto final, conocido como «xocolate a la pedra» en aquella época, tenía un aroma y sabor muy agradables, lo que contribuyó a su creciente consumo.
La producción artesanal, en muchos casos ambulante o a domicilio, se mantuvo en Villajoyosa durante gran parte del siglo XIX, hasta que gradualmente se introdujeron herramientas mecánicas que facilitaron el trabajo de los maestros chocolateros.
El aumento de la producción permitió expandir el mercado a provincias vecinas como Murcia, Albacete y Valencia, además de otros puntos de Alicante, donde el chocolate de Villajoyosa era muy apreciado. Para evitar la competencia y conflictos, los numerosos productores de chocolate de finales del siglo XIX se distribuían las diferentes comarcas para la venta exclusiva de sus productos.
La introducción de un nuevo molino conocido como «malacata», que podía ser movido por tracción animal, permitió aumentar significativamente la producción, mejorar el resultado final y facilitar el trabajo del chocolatero. A medida que avanzaba el siglo, se incorporaron motores de combustión y más tarde motores eléctricos para la molienda del cacao. La producción aumentó considerablemente y la calidad del chocolate mejoró, lo que permitió la consolidación de numerosas fábricas. A mediados de la década de 1930, Villajoyosa contaba con unas veinte fábricas de chocolate, aunque la mayoría no realizó inversiones importantes en modernización y aún combinaban métodos casi artesanales con algunas máquinas.
Los chocolateros de Villajoyosa tardaron mucho en industrializar sus fábricas, ya que preferían invertir sus beneficios en la compra de tierras. Tras la colectivización de la industria chocolatera durante la Guerra Civil, el racionamiento impuesto en la posguerra frenó la expansión de la producción, aunque el número de fábricas a finales de la década de 1940 ya alcanzaba las 23. Fue en esta época cuando los sucesores de los fundadores de las primeras fábricas tomaron las riendas del negocio, y la industria del chocolate se consolidó, favorecida por la casi desaparición de la industria del hilo y los astilleros. La fabricación de chocolate se convirtió en la principal actividad industrial de Villajoyosa, y en la década de 1950 la producción volvió a crecer, llegando a un total de 25 fabricantes. Sin embargo, a mediados de esa década, la industria chocolatera de la localidad alcanzó su punto máximo. A partir de entonces, la fusión de varias fábricas en una, la falta de capacidad para modernizarse debido al alto costo de la maquinaria y la llegada de productores extranjeros redujeron el número de empresas a 18 durante la década de 1960.
En aquellos tiempos, las fábricas más importantes eran Lloret Hermanos, Hijo de Marcos Tonda y Valeriano y Pedro López, que representaban el 58% de la producción.
En resumen, la tradición chocolatera de Villajoyosa se ha desarrollado a lo largo de más de dos siglos. Desde sus humildes comienzos, la industria ha evolucionado desde la producción artesanal hasta la incorporación de maquinaria moderna. La combinación de técnicas tradicionales, ingredientes de calidad y una larga experiencia en la fabricación de chocolate ha contribuido a la reputación y el reconocimiento del chocolate de Villajoyosa como uno de los mejores chocolates del mundo.